Desde el arte físico hasta la realidad aumentada, desde piezas inmersivas hasta galerías virtuales y contenidos formativos. Desde muestras en embajadas, hasta exposiciones en centros comerciales, universidades, espacios culturales, galerías, casas coloniales… Obras hechas en diferentes formatos, en diferentes tamaños y en diferentes soportes, desde lienzos a lonas, desde folios a videos, etc., una manera única y genuina de crear, exponer y vivir el arte a través del estilo de una artista que continúa abriendo su obra al mundo de la manera más excepcional y también la más cercana.

¿Qué sensación deja este “Noviembre Digital”?

Ha sido una exposición de exposiciones. Es una sensación muy mágica ver como mi trabajo cobra vida en 11 ciudades de 9 países a la vez, para diferentes comunidades, diferentes audiencias de diferentes culturas, edades, idiomas, religiones, ideologías…, todo ello, sumado a otras 8 exposiciones previas en diferentes países de la mano de la Alianza Francesa. Realmente, no es sólo el poder ilimitado del arte y de las nuevas tecnologías, si no el poder ilimitado de la creatividad y de la inspiración. Que de repente llegan y lo reinventan todo. Nunca dejan de sorprender y de entusiasmar.

¿El arte habla solo?

El arte de las entrañas surge, a cualquier hora, porque sí. Ese viaja solo.  Sabe estar en todas partes y con todos. Se hace de todos. Y también puede estar en su sitio alejado de todo y de todos. El arte de la cabeza, en cambio, piensa en explicarse -que no necesariamente en justificarse- y ese busca ser entendido. Tiene un propósito, un guión. Se hace pensando en quién lo observa. En ocasiones el arte de las entrañas y el arte de la cabeza se retroalimentan y en otras cada uno va por libre. 

“Arte digital, cultura digital” de Bakkali es proyecto que está teniendo como anfitriones excepcionales las sedes de la Alliance Française, la organización lingüística y cultural más grande del mundo dedicada a promover la lengua francesa y las culturas francófonas desde 1883 y que cuenta con más de 900 centros repartidos por todo el mundo.

¿Qué supone exponer en las Alianzas Francesas?

Una manera única de poder acercar mi obra a otras miradas a través de un entorno que se dedica esencialmente a la educación y a la cultura, que tiene entre sus principios fundamentales fomentar el diálogo y la diversidad y que acoge a los artistas con ilusión, escuchando, entendiendo y compartiendo. No puedo estar más orgullosa y agradecida a cada una de las personas que están haciendo posible este encuentro tan diferente y tan auténtico y lo están haciendo con tantísimo cariño y respeto.

Tu carrera artística está estrechamente ligada a Francia

Absolutamente.

La obra que presento suma lo homogéneo y lo heterogéneo porque cada exposición es la misma y cada exposición es completamente diferente. Son las mismas obras de arte, pero diferentes formatos, diferentes espacios, diferentes públicos, diferentes culturas, diferentes visiones que hacen del arte un bien universal. El arte es libre, es ilimitado y es imprevisible. No tiene por qué pretender nada y al mismo tiempo puede ser el mejor vehículo para todo: para entusiasmar, educar, concienciar, comunicar, crear, diferenciar… El arte tiene un poder transformador que empieza por transformar al propio artista de muchas maneras y en muchos sentidos. Para mí crear es un reto constante. Es una competición con mi propia imaginación que me llena de ganas de vivir.

Dices que el arte que crea y que une en la distancia es un arte generoso… 

Compartir es un arte. El arte de compartir es un arte generoso. El arte puede ser más o menos íntimo. A mi me gusta que mi obra sea para todos y acercarla a todos. Hacer para todos es un gran desafío, motiva y asusta a la vez. Lo bueno es que una vez que ya te has lanzado, no sólo se rompen las barreras espaciales, si no que se crea otro tipo de cercanía. El arte que acerca en la confianza. Nos distingue. Ahí empieza la generosidad.

“Arte digital, cultura digital” también tiene una parte divulgativa…, ¿de qué trata?

Desglosar el arte digital -el que yo hago- porque cuando hablamos de arte digital hablamos de un campo muy amplio, que no es nuevo pero que tiene muchas novedades. Que no es una moda pero que está muy de moda. Que es tendencia pero que va más allá de los titulares. Como comentaba antes, hay ocasiones que nos resulta suficiente sentir las obras. En otras ocasiones, en cambio, necesitamos entender las obras. Diseccionarlas, quizás no tanto en el fondo, si no más en la forma, en su proceso creativo y dar respuestas a cómo se han hecho, con qué se han hecho, incluso para qué nos sirve lo que se ha hecho. El arte descubre muchas cosas y es labor de los artistas mostrar lo que a veces la gente mira y no ve. Además el arte digital tiene propósitos que trascienden la parte estética y emocional de las obras y esos recursos, las herramientas y la utilidad que nos brindan las nuevas tecnologías aplicadas al arte es lo que comparto en mis exposiciones. Comparto el cómo y el para qué.

Si hay un factor que caracteriza al arte digital es su versatilidad. Hecho que nos ha demostrado Houda Bakkali en numerosas ocasiones, desde sus aclamadas exposiciones en los aeropuertos internacionales Madrid-Barajas y Málaga-Costa del Sol, las primeras muestras que fusionaron lienzos con obras virtuales en estos aeropuertos, hasta el primer proyecto divulgativo e inmersivo sobre Don Quijote o la exposición “Mujeres y Arte Digital” que acercó el empoderamiento de la mujer árabe a 6 centros cívicos de  Barcelona en un proyecto pionero que fusionó arte y nuevas tecnologías a través del reconocido estilo de Bakkali. Una artista con una trayectoria estrechamente vinculada e inspirada en Barcelona que hoy continúa conquistando el mundo con una obra ilimitada repleta de talento, optimismo y color.