La divulgación científica tiene el compromiso de hacer entender y también de hacer participar. Informar y diseñar, al mismo tiempo, la hoja de ruta para que esa información sea eficaz. Comunicar y establecer, al mismo tiempo, el orden preciso para que esa comunicación sea eficaz. El binomio creatividad y nuevas tecnologías, sin duda, supone nuevas oportunidades para este propósito. Pero el éxito del impacto visual, dependerá de los factores que han marcado, marcan y -seguramente- marcarán, los principios del buen diseño: el eficaz.
El reto de la creatividad en el ámbito de la divulgación científica no es simplemente ornamental, ni se restringe al estilo del artista, si no que debe fundamentarse en bases innegociables como son una extraordinaria capacidad de jerarquizar la información y una extraordinaria capacidad de transmitir los contenidos a través del arte de lo sencillo, lo claro y lo perfectamente entendible. Cada elemento de nuestro diseño puede o debe tener un propósito, debe estar en el sitio que le corresponde, accesible y listo para cumplir con su finalidad: ser interpretado por el receptor de la manera correcta y deseada. Esto es: accesibilidad, usabilidad, talento creativo y capacidad comunicativa.
De esta manera, cuando hablamos de la versatilidad de las nuevas tecnologías aplicadas a la comunicación visual en el ámbito de la divulgación científica, el éxito de nuestro proyecto dependerá de nuestra capacidad de ordenar el contenido de manera adecuada y en el medio adecuado. Guionizar. Estudiar las necesidades y el perfil de nuestro público, seleccionar los canales apropiados y entender que las herramientas son sólo un medio para un fin: crear. Quizás, éstos pasos puedan ser algunos de nuestros mejores aliados durante nuestro proceso creativo
Mismo contenido, diferentes experiencias
Imaginen que tenemos un material divulgativo impreso, pasarlo a una versión digital, por ejemplo un PDF o un ePub interactivo y multimedia, nos va a permitir enriquecer nuestro documento con videos, audios, interactivos, enlaces, imágenes y, todo ello, con el toque personal del creativo que lo diseña. Nos permitirá actualizar la información y también compartirla y hacer un seguimiento de su uso. Tenemos, por tanto, una herramienta potente, versátil y completa, pero podemos darle otra dimensión más, convertir nuestro PDF dinámico en una experiencia inmersiva que podamos, a su vez, compartir también a través de un simple código QR o un enlace, sin límites espaciales ni temporales. Nuestra composición física ha pasado a una versión digital y ahora adquiere otra dimensión inmersiva a través de la realidad aumentada. Cobra vida y se abre espacio en nuestro propio entorno físico. Se podrá experimentar con ella en cualquier lugar del planeta en cualquier momento, el público podrá entrar en cada una de sus capas y descubrir cada uno de sus elementos. Añadimos aquí el valor diferencial del entretenimiento. El carácter lúdico, participativo y el factor extraordinario de la sorpresa y la curiosidad.
¿Qué más podemos hacer con esta versión de realidad aumentada?
- Cambiar y actualizar los contenidos y elementos de nuestra composición en tiempo real.
- Medir el impacto de nuestro mensaje y evaluar su eficacia.
- Personalizar el contenido. Hacerlo a medida para cada público o cada proyecto.
- Bidireccionalidad. Compartir y colaborar en la creación del contenido.
- Practicar en entornos inmersivos.
- Complementar las narrativas y contenidos tradicionales con versiones inmersivas.
- Dinamizar y crear actividades alrededor de la experiencia inmersiva.
- Interactuar con otras comunidades. Mayor diversificación, más diversidad.
- Crear experiencias, quizás muy únicas.
Una nueva ventana para la divulgación de la ciencia
Las nuevas tecnologías nos permiten múltiples posibilidades para crear contenidos que fomenten la participación y el debate alrededor de la ciencia a través de contenidos que también procuren un mayor impacto visual. La realidad aumentada quizás sea una moda que pasará de moda -el tiempo dirá-, pero hoy es una herramienta que, como mínimo, suscita curiosidad en entornos académicos, también en ámbitos como el médico o el farmacéutico. Desde la proyección de aparatología médica en espacios físicos a través simples QR, hasta prospectos médicos, atlas de anatomía humana o campañas de prevención e información sobre determinadas patologías, encuentran en esta tecnología un valor sumatorio que permite crear mensajes que van mas allá del poder creativo.. Del mismo modo, el ámbito de la educación encuentra en la realidad aumentada una manera diferente de conectar con los alumnos, enriquecer los contenidos y dinamizar las actividades en el aula. Sin duda, puede suponer esa nueva ventana para la divulgación de la ciencia.

Ampliar el alcance de nuestro mensaje
Son muchos los valores añadidos que podemos encontrar en el uso de esta tecnología para potenciar nuestros contenidos, pero para que su alcance realmente tenga impacto, la clave del éxito no sólo está en ser fieles, y también leales, a las bases de un diseño eficaz, claro y bien guionizado donde no nos saltemos ningún paso de la pre-producción, de la producción y de la post-producción. Tampoco dependerá de aportar una mayor o menor dosis de creatividad, aunque sí que supondrá un valor diferencial. Realmente, la clave se escribe en plural y se plantea de varias cuestiones. La primera, tener claro para qué necesito crear una realidad aumentada y cuándo hacerlo. En la mayoría de las ocasiones, esta tecnología es sumatoria y efectiva cuando la usamos en campañas. En este punto, es fundamental recalcar la importancia de planificar, planificar y planificar. Crear con un objetivo claro y medible. También hay que plantearse con qué herramienta vamos a crear la realidad aumentada y qué pros y contras nos plantea. Seleccionar con criterio es clave para acertar en herramientas que fomenten la democratización del conocimiento y garanticen la accesibilidad y usabilidad a todos los públicos. Finalmente, tener muy claro que el éxito de nuestro proyecto va a depender en una gran -grandísima- medida de nuestras capacidad de comunicarlo eficazmente. Al igual que ocurre con la divulgación, deberemos hacer entender y hacer participar en este espacio para que no sea una moda, el titular de un día o un experimento en el que invertir tiempo sin lograr entusiasmar y dinamizar a nuestros receptores. De nuevo, debemos crear con el compromiso de conectar con el receptor y hacer que forme parte activa del proyecto.
Más impacto visual, mayor participación
De este modo, el impacto visual sumará la creatividad y el sello de cada creativo que se pone frente a la pantalla o folio en blanco, a su capacidad para saber jerarquizar la información, diseccionarla y acercarla de la manera más sencilla y atractiva para promover una comunicación eficaz, una mayor participación.
Multiplicar los canales de divulgación científica con nuevas tecnologías como la realidad aumentada para llegar a otras audiencias a través de experiencias inmersivas y multimedia, va a exigir apostar por la excelencia, la personalización, la responsabilidad -desde cómo presentamos el contendido, hasta el uso de herramientas que fomenten la universalización del conocimiento y faciliten el acceso a todas las personas interesadas- exige crear con tiempo y amor por los detalles, pensando en el reto de alcanzar esa eficacia en los mensajes, en su capacidad para ser entendidos, en su capacidad para ser compartidos. En crear un valor duradero.