VEO, VEO…, ¿TÚ QUÉ VES?
Y mientras imaginas que en el mundo hay algo de verdad yo descubro cosas increíbles y entro dentro de ellas. Tienen todos los colores y las formas imaginables y el sonido y las palabras que quieras. Y donde unos ven molinos yo sólo veo todo lo demás. La gente pasa a mi lado y los aviones sobrevuelan mi obra y los trenes la rodean y todos hablan idiomas lejanos y leen muchos libros llenos de todas las palabras y saben esas cosas que la gente sabe y hacen esas cosas que la gente hace, pero nadie puede ver lo que yo veo y lo que he creado y que luego te enseño. Que existe y no existe. Que está aquí y está allí. Tiene todas las creaciones del mundo dentro y las cambio y la realidad aumenta de tantas maneras y tantas veces que no hay días en el tiempo para entenderlo ni se puede poner nada en el orden lógico de este planeta. Mi obra no está. Mi obra es. Es de verdad y va a todas partes conmigo y contigo a la vez, a todas horas – a cualquier hora también – con todas las gentes de esta tierra y de otras no inventadas. No hace falta cerrar los ojos para verla, ni hablar de ella, ni tener imaginación para entenderla, ni saber todas las palabras de los libros para describirla. Está todo en mi cabeza. Solo mira…