Si no encontramos la felicidad, también podríamos intentar crearla. Empiezo proponiendo, besos, abrazos, buenas historias y buenas conversaciones, sol por las mañanas, paseos por las tardes y un buen cava para cerrar la madrugada. Mucho arte capaz de llenar de alma los aeropuertos, acortando las distancias entre nosotros. Porque la distancia, como dijo Gabo “no es un problema. El problema somos los humanos, que no sabemos amar sin tocar, sin ver o sin escuchar. Y el amor se siente con el corazón, no con el cuerpo.”, y así ocurre con el arte, aunque el mio se ve, se escucha y se toca gracias a vosotros.
Os propongo soñar, con mucho arte, hasta hacer realidad los encuentros intensos, inesperados, agitadores, estremecedores, cálidos que aumenten la realidad y la hagan más apetecible y divertida, con un poco de humor, muchas sonrisas, algo de rebeldía y mucho corazón. Encuentros con el arte que nos atrapen en ese todo a la vez, caótico, imposible de olvidar, adictivo y que queremos ansiosamente repetir una y mil veces todas las horas del tiempo. ¿Qué sería de la vida sin un poco de intensidad?
GRACIAS a tod@s por tanto corazón, por el cariño, el acompañamiento, los besos, los abrazos, los paseos, los encuentros y reencuentros, las buenas historias, las buenas conversaciones y el buen cava de madrugada durante este mes en el Aeropuerto de Málaga. Émile Zola dijo que “nada está nunca acabado, basta un poco de felicidad para que todo vuelva a empezar”, cierto. Vamos a crear felicidad, ¿os parece? No sé cómo. Imagino que cada uno a su manera. Pero no dejemos de crearla con cariño y ternura. No dejemos de crear historias para que se escriban o reescriban con más belleza, más alegría, más entusiasmo y mucha más intensidad.
GRACIAS A TOD@S